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Ese dolor crónico en la parte interna del tobillo y la pierna…

…o el trastorno del tibial posterior

En entradas anteriores, nos hemos referido ya a estas patologías.

Ese dolor insidioso en la parte interna del tobillo que muchas veces sube por la pierna y que en el primer caso es tratado, insistentemente, como un esguince del tobillo medial y en el segundo como una periostitis.

En este blog hemos hecho referencia a ello, bajo el epígrafe de traición del flexor tibial, que no siempre la causa de este dolor era el motivo más prevalente y que en ocasiones la tenosinovitis del flexor largo de los dedos y la del flexor del 1º dedo eran la causa.

Hoy nos centramos en la mayor de las prevalencias de esa dolencia. El trastorno del tibial posterior. Situémonos.

Duele insistentemente el tobillo medial, el dolor es retromaleolar y el peregrinaje de consultas han hecho del paciente un experto en todo tipo de tratamientos para un eguince que no cede. Hemos encontrado hasta propuestas quirúrgicas sobre un supuesto fracaso del ligamento deltoideo, en fin…de todo!

Los trastornos del tibial posterior, pueden ir desde la tenosinovitis crónica (traumática, degenerativa, inflamatoria), a la pérdida de continuidad del tendón.

Pero dónde está el tibial posterior?

El origen de este músculo está en la mitad de la cara posterior de la tibia, membrana interósea y llega a la parte inferior de la tibia.
El tendón rodea el maleolo tibial, pasa por debajo del sustentaculum talii, ligamento glenoideo y cabeza del astrágalo y se inserta en en el escafoides, en la cara plantar de las 3 primeras cuñas y en las bases del 2º , 3º y 4º metatarsianos.

El cruce con el tendón del peroneo lateral largo conforma un sustentáculo, en forma de estribo, que junto con el ligamento spring forman uno de los pilares que sostienen el arco plantar medial. A esta acción hay que sumarle la propia, que no es otra que ser aductor, extensor y supinador del antepié y por tanto inversor del tobillo.

Su debilidad ha estado de moda últimamente, sino no se entiende como tantos y tantos corredores solicitaban calzados que corrigieran una supuesta pronación…(ya,  es que soy pronador/a… todavía queda alguno/a que sigue con la cantinela cuando compra zapatillas para correr)

La verdadera patología, solo la que se queda en el estadío I de Johnson (clasificación que sube hasta el estadio III/IV, donde es manifiesta la pérdida de función y caracteriza el pie plano asimétrico) es una tenosinovitis, más o menos crónica que cursa con maniobras dolorosas en la eversión pasiva. Puede existir cierta debilidad en las maniobras contra resistencia pero no existe la deformidad características de estadios más avanzados.

En la ecografía vemos una imagen de un tendón discretamente engrosado con un halo hipoecoico que determina la tenosinovitis.

Qué hacer?

El tratamiento se inicia con una infiltración ecoguiada que permita resolver parte del edema en la vaina del tendón, continua con fisioterapia radioterapeutica para sinergia del tratamiento antiedematico por infiltración, se mantiene al paciente en reposo con una cuña medial en el talón y un poste en el antepié medial para recolocar el retropié en posición neutra y así descansar la solicitud musculo tendinosa del tibial posterior.

Es necesario acometer un análisis dinámico de la pisada para determinar el origen del problema y reiniciar la readaptación deportiva pensando en la elongación y fortalecimiento de la unidad gastrocnemio / sóleo.

Los disbalances musculares siguen siendo el motivo más significativo del fracaso en el tratamiento y la perpetuidad del dolor.

Si ese esguince medial no termina de curar quizás estés frente a un trastorno del tibial posterior. Su distinta etiología le hace ser una patología que no tiene víctimas favoritas…cabemos todos/as!

Disfruta del deporte!

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Entrenamiento
Gustavo Santángelo

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